Invierno
es la estación del año en la que el Sobrarbe recibe menos
visitantes debido a la ausencia de pistas de esquí alpino. Sin
embargo, para todos aquellos que quieren huir de las masificaciones
de estaciones cercanas o, simplemente, disfrutar de un bonito día en
la nieve, existen varios lugares que merecen la pena en nuestra
comarca. Uno de ellos es la zona de Cuello Arenas. Accediendo desde
la barrera de Nerín y subiendo por un precioso camino durante una
hora y media-2 horas (Durante un tramo debemos ir por pista) se llega
a la zona conocida como Cuello Arenas donde Monte Perdido nos da la
bienvenida. Lugar donde pastan los rebaños de vacas y ovejas en los
meses estivales y, hasta hace unos años donde se podía practicar
esquí de fondo, es un excelente punto para la práctica de
excursiones con raquetas de nieve.
Sin
riesgos, es un lugar perfecto para iniciarse en esta actividad y, en
poco tiempo, alcanzar y admirar preciosas estampas invernales del
valle de Ordesa o del Cañón de Añisclo.
Hasta
Cuello Gordo, desde donde se observa Cola de Caballo, tendremos una
hora y media a ritmo tranquilo desde Cuello Arenas y algo menos de
tiempo tendremos si vamos (en dirección este) hacia las paredes de
Añisclo pudiendo alcanzar cimas cercanas como la Estiva o Mondoto.
Cerca
de Cuello Gordo, también se encuentran varias cimas-miradores como
la punta Custodia o el Mondicieto.
Sea
en otoño, verano, primavera o, como he explicado, en invierno;
estamos ante uno de los lugares privilegiados que conforma uno de los
“pulmones” del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Por
esta pista es por la que se asciende hasta los Miradores de Ordesa en
la Sierra de las Cutas.
En
Nerín sale un autobús que, previa reserva, realiza una visita a
estos miradores situados a 2200 m de altitud y permiten contemplar
Ordesa desde arriba y muchos de los picos de la zona: Tres Sorores,
Brecha de Roland, Taillon, El Casco, Marboré, Tobacor, La Suca...
Este
autobus parte también temprano realizando un viaje para que los
montañeros puedan ascender (principalmente es usado como lanzadera
para subir al Perdido en el día) a sus objetivos evitándose un
importante desnivel y también la posibilidad de realizar ascensiones
de larga duración en una sola jornada.